sábado, 9 de agosto de 2008

RESPUESTA AL COMUNICADO DEL CONSEJO ACADÉMICO “LA UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER, EN DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD Y DE LA EDUCACION PÚBLICA”

En los comunicados posteriores a todos los tropeles es común que la universidad manifieste que los hechos de violencia son promovidos por personas ajenas al diálogo, o que simplemente buscan desestabilizar la institucionalidad, y se achacan siempre a grupos “minoritarios, anárquicos y delincuenciales”. Sin embargo es claro también que la motivación que estos “grupos” achacan no es algo de hoy, sino que se ha venido trabajando desde hace varios meses.

Hace ya varios meses se intentó organizar una llamado de atención a la comunidad estudiantil con respecto al hecho de la posible expulsión de dos estudiantes de historia, ante los cual se decidió realizar una campaña publicitaria y de concientización de la comunidad estudiantil. Se repartieron comunicados, se pasó por los salones y se pegaron carteles por el campus. Sin embargo, los carteles fueron arrancados como una muestra tangible de coacción a la expresión de los estudiantes; sin embargo se mantuvo una posición de propaganda continua y de concientización de los estudiantes, sin llegar a las acciones de hecho.

Ante esto, expulsaron a los estudiantes y dejaron dos procesos más por los mismos hechos, igualmente sostenidos sobre la palabra de un celador cuyo puesto está en peligro y que con esta manera muestra resultados para no perder su trabajo. El Consejo Académico, previendo la reacción estudiantil, hace estas expulsiones a unos cuantos días de vacaciones y no contento con esto ordena el ingreso de la policía a la Universidad a altas horas de la noche con el fin de reprimir a unos estudiantes que estaban organizando un campamento estudiantil, el cual era una manera desesperada de forzar a un diálogo, a una negociación. Ante esta petición las directivas responden con diez disciplinarios más montados a dedo sobre otro grupo de estudiantes de una u otra manera visibles.

¿Quién se niega al diálogo? ¿Quiénes son los agredidos? Los estudiantes que tuvieron que afrontar disciplinarios montados sobre testimonios y sin base material, o las directivas que ante su incapacidad levantaron la ira de los estudiantes el año anterior. No hay duda de que Jaime Camacho es incapaz de tomar decisiones concientemente y simplemente ejecuta los llamados de personajes como Cecilia Reyes de León, famosa por su “mano de hierro” en la época de los ochentas que generó no solo más violencia sino que contribuyó al crecimiento de las filas del ELN, ¡esa fue su contribución al país!

Sabemos que muchos y muchas aclaman por espacios más pacíficos y de mayor tranquilidad académica, pero sepan también que no habrá paz mientras existan dictadorzuelos en las directivas, porque créanlo o no los tiranos solamente entienden el lenguaje de la fuerza. Miguel José Pinilla a comienzos de este siglo generó una de las épocas más conflictivas de los últimos tiempos en la UIS, mientras en la década de los noventas solamente hubo tres tropeles, con Pinilla estos se hicieron en menos de dos años, dejó como saldo un compañero muerto: Jaime Acosta y la universidad casi queda en banca rota.

Después de la salida de Pinilla hubo otro tiempo de calma, hasta que llegó este personaje, y ya van cinco tropeles, en menos de un año, un compañero muerto, y la universidad, a este paso, no es que vaya a estar muy bien.

Camacho está convencido que es un pequeño Uribe tratando de trasladar la seguridad democrática a la universidad, y no sabemos de donde le vendrá la idea de que generando un clima de inestabilidad política va a conseguir desarrollos académicos. Como Uribe tiene su ejército Camacho tiene planta física, redobló el número de celadores, cerró las puertas que anteriormente invitaban al diálogo y la academia, puso una serie de celadores que como sabuesos miran las caras de los estudiantes, las piernas de las compañeras y patrullan la universidad como si fuera un cuartel, una cárcel o la patria de Uribe.

Por eso les decimos compañeros y compañeras que justamente lo que queremos es una universidad abierta y discursiva, pero no crean que los directivos quieren lo mismo, lo que les molesta a esos personajes es no tener la posibilidad de hacer lo que quieren con los estudiantes y la universidad, con lo contratos, con las alianzas, la universidad mueve mucho dinero y estas personas quieren quedarse con buena parte de ello, y qué mejor que deshacerse de aquellos que le estorban. A los directivos no les interesa la modificación de los métodos pedagógicos, tenemos las mismas clases con los mismos recursos que hace treinta años, las materias de ciclo básico aún son tan conductistas como al momento de nacer la universidad, la biblioteca parece un museo y no porque no hayan libros nuevos sino porque estos son la mayoría de las veces relleno de estantes.

El comunicado dice también que se han “destruido bienes necesarios para el desarrollo de la docencia, la investigación y el servicio a la comunidad santandereana”, cuestión bastante curiosa, ya que se destruyó la garita de los celadores y se saqueó planta física, se extrajeron elementos de enfermería para hacer curaciones a los heridos sin que esto implicara un daño real al servicio de bienestar. No se cometieron hurtos, los equipos que fueron extraídos de la garita de la 27 fueron destruidos en público y a la vista de todos, siempre con el mensaje claro de que no habría saqueo. Entonces, ¿es que la garita de los celadores es “necesaria” para el desarrollo de la docencia? ¿es que allí se dan clases o se dirigen investigaciones académicas? ¿o es que la vigilancia es imprescindible para el estudio y la investigación?

Tampoco se agredieron estudiantes, docentes, visitantes u otras personas dentro del campus, las papas bombas se hicieron estallar lejos de cualquier persona y fueron tan pocas las que sonaron dentro del campus que la gente tuvo que ser informada de que había una actividad de protesta para que saliera de las aulas.

Así que de ninguna manera se puede dudar que la manifestación del martes 5 de agosto de 2008 fue una protesta radical, dirigida a las directivas y al cuerpo de celaduría dirigido por planta física, como único recurso que dejaron las directivas al negarse a dialogar por tantos meses. Y lastimosamente si las directivas siguen en su obtusa posición de aplicar la represión antes que la negociación deberá entonces verse la universidad una, dos o cuantas veces más sea necesario inmersa en los fuegos de la lucha por la dignidad de los y las estudiantes de la UIS sometidos al terror y la ineficacia de unos dictadorzuelos.

¿Será que Camacho está buscando la “operación jaque” que le salve de su ineficacia?

Pues no será a costa nuestra

SI HAY OTRO EXPULSADO, ESE SERÁ CAMACHO!

Ninguno, 08/08/08